La Ciudad de Buenos Aires tiene más de tres millones de habitantes y distintas cuestiones a rever a la hora de pensar en la calidad de vida de sus habitantes. La situación ambiental se compone de diversos factores que deben ser atendidos de acuerdo a sus particularidades.
El historiador y especialista en medio ambiente Antonio Elio Brailovsky repasó la situación de cada una de estas cuestiones que influyen directamente en las personas.
En primera instancia, hizo referencia al abastecimiento de agua potable: “Tenemos un sistema enormemente frágil, con una sola toma de agua para 6 millones de personas y, en caso de contaminación de esta, no hay plan B. Vale recordar que en septiembre de 2003 hubo un caso de este tipo y por eso se envió agua no potable por la red”.
“Actualmente, el agua está en el límite de los parámetros de admisibilidad y por eso es uno de los temas que hay que atender con mayor urgencia”, aseguró.
En cuanto a contaminación del aire, Brailovsky planteó: “Hay problemas localizados, pero no del grado de las ciudades que están en valles. Hoy estamos respirando gases de hidrocarburos y emisiones de chimeneas y por eso la Ciudad, que tiene aparatos que los monitorean, debería publicar diariamente el grado de contaminación, junto al informe meteorológico, como lo hacen otras ciudades”.
“En la Ciudad también hay problemas de circulación por la pérdida del ferrocarril y su posterior reemplazo por autopistas. Hay una ilusión de que uno es más libre teniendo un auto particular, pero en realidad no es así porque uno se encuentra con calles diseñadas por Juan de Garay, que están pensadas para circular en carrozas”, indicó.
En diálogo con “Urba-NOS” por Radio ArinfoPlay, el especialista dio cuenta de cómo afecta el llamado “boom inmobiliario” a la calidad de vida de los sujetos: “El peso político de los grandes emprendimientos inmobiliarios ha llevado a silenciar el tratamiento diferenciado que deberían tener las áreas de riesgo de inundación. Eso es algo que deberíamos tener marcado en el Código de Planeamiento Urbano, pero parece que no preocupa demasiado a las autoridades”.
“También debería haber todo un tipo de sistema de respuesta ante estos eventos de inundaciones que son frecuentes y que se van a ir agudizando con el cambio climático”, sostuvo.
Respecto al entubamiento del Arroyo Vega, una de las materias pendientes en relación a la prevención de los anegamientos, consideró: “Está muy bien que se hagan obras, pero lo que se ha hecho es ocupar la zona naturalmente inundable, dejando de lado a las pendientes. Así, el agua va a seguir yendo hacia el sitio bajo. Los tubos, entonces, solo permitirán que haya menos centímetros de agua o que esta se vaya más rápido, pero no van a prevenir que la zona se inunde”
“Estamos en presencia de una carrera alocada contra el cambio climático. Cada vez llueve más y hay que hacer obras más grandes”, señaló el docente desde los micrófonos de Radio ArinfoPlay.
Finalmente, Brailovsky aseguró que la contaminación sonora que vivimos en la Ciudad tiene una base cultural, como por ejemplo con la costumbre de hacer sonar las bocinas de los automóviles constantemente, y dio consejos como para empezar a combatir los daños ambientales desde nuestro propio hogar.
“El filtro de aire acondicionado es un criador de bacterias que, por ejemplo, llegaron a generar hace algunos años una epidemia en un sanatorio de Madrid. Por eso, cuanta menos artificialización en el aire, mejor. A la hora de construir, los arquitectos deben aplicar desarrollo tecnológico y criterios bioclimáticos para calefaccionar y refrigerar los ambientes con diversos métodos, pero siempre es más sencillo pensar menos y poner aparatos que no hacen falta”, remarcó.
Escuchá "Urba-NOS" los martes de 19 a 20 hs. por www.arinfoplay.com.a
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