“54 bares” es un proyecto que surgió en el periodista Ítalo daffra a partir de su hobbie de conocer estos lugares tan icónicos de la geografía porteña. Poco a poco, se conformó como una Asociación Civil para articular entre los bares, las empresas privadas y el Estado, con el objetivo de conocer sus problemáticas y ver qué se puede hacer para conservar estos espacios.
“Hay una tarea enorme para hacer ayudándolos desde la mirada de un grupo de ciudadanos, de clientes, de comensales. A mí me da pena cuando los locales que eran bares se convierten en otros negocios. Un bar tiene un poco de pertenencia de cada uno de nosotros, aunque el que lo usufructúe sea su dueño. Es parte de la Ciudad y no nos tiene que dar lo mismo que haya en la esquina un bar notable o un kiosco”, planteó Daffra y contó que el objetivo de “54 bares” no solo el sostener estos espacios, sino también disfrutarlos. Para eso, proponen encuentros y eventos.
En diálogo con “Urbanos” por Radio ArinfoPlay, el periodista llamó a “animarse” a la experiencia de concurrir a los bares notables, en lugar de ir a cadenas, por su “buena comida, ambientes agradables y charlas divertidas con los mozos”.
En las redes sociales, “54 bares” comparte datos históricos de cada espacio. Cuentan que “El banderín” tuvo como clientes ilustres como Carlos Gardel o que “London City” fue mencionado por Julio Cortázar en muchos de sus cuentos.
Daffra lamentó que hoy esté cerrada, “juntando ratas”, la confitería “Del Molino” y también haber perdido un bar como “La Richmond”. “Una lástima. Fue desagradable ir recientemente”, confesó sobre el local, que hoy es un negocio de ropa que conservó un pequeño espacio gastronómico..
Justamente, la Asociación Civil “54 bares” nació tras caso de Richmond. Hoy, actúa en nombre de la población. Puede hacer amparos y reclamos judiciales. “No queremos culpar al gobierno de turno, sino trabajar con ellos para poder hacer cosas”, recalcó Daffra, al mismo tiempo que planteó como objetivo “apuntalar la tarea” de la Comisión de Bares Notables.
Respecto a los viejos bares dijo que “está bueno que no se detengan en el tiempo”, aunque no deberían “aggiornarse en extremo, sino mantener identidad” y mencionó los casos de “Los Galgos” o el “Tabac”.
“Los bares tienen estilos totalmente distintos y todos hacen al ADN porteño, con sus diferentes clases sociales, estilos y pertenencias. Yo invito a recorrer y meterse adentro de los barrios. Hay lugares muy lindos para conocer en Buenos Aires”, afirmó el periodista desde los micrófonos de Radio ArinfoPlay..
Y, finalmente, señaló una paradoja: “En otras ciudades, lo primero que queremos visitar es lo que tiene mucha historia, pero en nuestro propio país no lo cuidamos. Hay que hacer acciones individuales, pero no ser voluntarista: difundir los bares que nos gustan y volver si uno la pasó bien”.
