sábado, 27 de septiembre de 2014

Cómo se insertarían los autos eléctricos en la Ciudad de Buenos Aires

Recientemente se conoció un proyecto del Gobierno de la Ciudad para instalar en el macrocentro porteño un servicio de autos eléctricos de alquiler. Se trata de una iniciativa que ya funciona en otras partes del mundo.

“Bienvenido sea que aparezcan nuevas tecnologías para el transporte. Eso le hace muy bien a Buenos Aires porque, en este caso, se trata de una tecnología de bajo impacto, con energía renovable”, celebró el Arquitecto Fabio de Marco.

Sin embargo, advirtió: “Esto es bueno siempre y cuando estos transportes vengan a transformar o, en todo caso, a reemplazar algo. Es decir, si a esta gran selva le seguimos sumando más especies, va a ser complicado. Pero si esta nueva tecnología viene a reemplazar a alguna especie, como por ejemplo a los taxis, (reemplazo de los taxis a combustible líquido por otros a energía eléctrica) se produce transformación, renovación y reemplazo”.

“Estos vehículos no son mínimos o de transporte individual. Llegan a 130 km por hora y tienen cierta envergadura. Es por eso que deberían reemplazar alguna otra forma de movilidad que ya exista en la Ciudad”, agregó.

Respecto al plan piloto para instalar este servicio en el área del macrocentro, opinó: “El tema es el trasbordo. No debería suceder que las personas que ya están acostumbradas a caminar unas cuadras, que son peatones sanos y saludables, decidan tomar un vehículo para transportarse de forma más cómoda. Perderíamos la oportunidad de que el macrocentro se vincule en una relación más directa a través del peatón y los transportes públicos. Si esta nueva tecnología viene a agregarse, sería mal utilizada y traería más conflictos que soluciones”.

“La tecnología es bienvenida en la medida en que sea parte de un programa urbano, saludable y sustentable. La idea es que venga a reemplazar, a dar un nuevo servicio y no a sumar una nueva especie”, agregó el experto en diálogo con “Urba-NOS” por Radio ArinfoPlay.

Respecto al aspecto económico, De Marco señaló: “Con inversión se pueden ver transformaciones. Se necesita de una buena línea de créditos por parte del Gobierno y una inversión pública y privada. Si bien el reemplazo no sería en poco tiempo, se podría producir en los próximos años. Hay una exigencia en la renovación de la flota de taxis que se puede hacer en forma gradual. Es decir, que de acá a los próximos cinco años sean eléctricos. Eso traería una modificación importante. Vale la pena que se haga. Sería el comienzo de una reconversión urbana que, a futuro, será saludable para todos”.

“La gente de Buenos Aires se está acostumbrado mucho y muy bien a caminar en el centro. Eso se ha incorporado en los últimos años. Antes, la única calle peatonal era Florida, hoy se le da un uso distinto al microcentro. Eso fue renovación y reemplazo: se cambió al vehículo por el peatón y está dando buenos resultados. La incorporación de bicicletas y las áreas útiles para el peatón han sido una buena respuesta dentro de un programa de planificación global”, sostuvo el arquitecto.

En ese plano, destacó: “En los últimos años, hemos visto un cambio importante. Si bien Buenos Aires no es la vanguardia de la urbanización en el mundo, de propone algo diferente dentro de Latinoamérica. Se ponen cosas en marcha y se corrigen en el momento, a prueba y error. El Metrobus, por ejemplo, funciona cada vez mejor”.

“En materia de transporte hay un cambio importante en la Ciudad, a pesar del crecimiento de los vehículos. Funciona mejor la Avenida 9 de Julio, la General Paz, la conexión de la autopista Illia. También se han cometido errores subsanables, pero la realidad es que hoy hay una postura distinta y el cambio es notable”, añadió De Marco desde los micrófonos de Radio ArinfoPlay.

Finalmente, consideró: “Ha cambiado la traza de la Ciudad, pero no los vehículos. A futuro, todos los del transporte público deberían ser eléctricos. También habría que extender el subterráneo, hasta llegar a la periferia. Buenos Aires sigue siendo una ciudad posible. Esta cuadrícula urbana sigue permitiendo una funcionalidad que otras tramas no”.

viernes, 12 de septiembre de 2014

Una retrospectiva sobre el trabajo de El Hogar Obrero

Recientemente, la Sociedad Central de Arquitectos organizó una mesa debate respecto a la labor de la cooperativa El Hogar Obrero y su trayectoria en pos de la construcción de viviendas colectivas. El evento fue un anticipo del aniversario de la entidad que, en 2015, cumplirá 110 años de labor.

“En el año 1905, Juan B. Justo, Nicolás Repetto y otros compañeros formaron la cooperativa para tratar de dar una respuesta a un gran problema de vivienda que existía y que, lamentablemente, todavía se mantiene. Había dificultades de acceso a la vivienda por parte de la clase trabajadora, como ahora”, señaló el Arquitecto Julio Ciaschini, integrante de la entidad.

En los últimos años, la cooperativa se recuperó de una serie de inconvenientes derivados de la inestabilidad económica de la década pasada. Superó el concurso de acreedores y retomó su camino social en cuanto a la construcción de viviendas lo más accesibles posibles.

“La cooperativa comenzó su labor con pequeños préstamos personales para casas individuales y, posteriormente, se pasó a las casas colectivas. Se acaban cumplir 100 años de la primera de ellas en Martín García y Bolivar. Desde ella, se construyeron más de 4500”, destacó el profesional en diálogo con “Urba-NOS” por Radio ArinfoPlay.

Las primeras viviendas colectivas eran del orden de los 20 o 40 departamentos. Luego, con el crecimiento de la cooperativa, se encararon proyectos importantes. En la Ciudad, hay un complejo sobre la calle Alvarez Jonte de casi 900 viviendas y en Tapiales, uno de 1100. También se construyeron otros edificios menores, con 80 o 100 unidades.

“El Hogar Obrero fue fundado por médicos e higienistas que trataron de incorporar en los proyectos las mejoras en las condiciones de salubridad. Fue una de las primeras instituciones que construyó viviendas para trabajadores que incluían cocinas, lavaderos y artefactos de baño completos en cada departamento. Eso se hizo con las características que la tecnología iba permitiendo, en equilibrio entre la necesidad de conseguir una vivienda con el menor costo posible para los asociados pero, a la vez, con la mayor dignidad y las mejores características técnicas para los habitantes”, señaló Ciaschini.

Y, añadió: “Al mismo tiempo, se trató de favorecer cierta relación e integración social con lugares para que los chicos jueguen y las personas pueden encontrarse. Eso no cambia a una sociedad pero mejora las condiciones de vida de muchos de sus integrantes. Eso se mantiene hasta hoy”.

La realidad de El Hogar Obrero acompañó los vaivenes económicos de la sociedad a lo largo de los años: “El cooperativismo se está recuperando después de épocas muy dificultosas, donde la palabra solidaridad era casi mala palabra o demodé. Esperamos poder retomar la potencia que la cooperativa supo tener en el pasado. Tuvo que auto-reducirse mucho para superar el proceso concursal que lamentablemente atravesó. Lo hizo y hoy, tomando como premisa los conceptos iniciales de construcción de viviendas para las clases trabajadores y sectores medios-bajos, estamos tratando de lograr costos accesibles que permitan que las viviendas se coloquen y la gente las pueda pagar”, afirmó el profesional.

“Estamos tratando de tener condiciones financieras mejores que las de la banca tradicional, porque tenemos otros objetivos. Juan B. Justo planteaba que la diferencia entre la construcción de una cooperativa y una común, es que en el primero se trata de solucionar un problema social, resolviendo una necesidad al menor costo posible. En el segundo, el fin es el lucro”, sostuvo.

Desde la señal de Radio ArinfoPlay, Ciaschini postuló que el cooperativismo es una variable importante que debería colaborar con el estado para que sectores muy importantes puedan acceder a un techo: “Se debe permitir que el capital gire y que, al final del pago, se pueda construir una vivienda similar”.

“Pensamos que nuestra sociedad no ha sabido tomar conciencia del problema de la vivienda. Es un tema que necesariamente debe ser resuelto a nivel macro, con distintos planes y participación. Siempre pensado en que la vivienda es una necesidad básica y una condición para que la sociedad crezca y se desarrolle. Lamentablemente, muchas veces la vivienda es sinónimo de inversión o de utilidad y no se piensa en las personas a las que está dirigida. Es un tema que hay que asumir desde el sector privado y en conjunto con el estado y la sociedad”, analizó.

En ese sentido, apuntó: “Hay otro tema a tener cuenta, que es entender el uso de la tierra y cómo se administra la misma. En los comienzos, el Hogar construía en Ramos Mejía, Turdera o Bernal, que era muy lejos. Hoy estamos en Paso del Rey con el mismo criterio”.

“Estamos ante la necesidad de una planificación que contemple todos los factores pero, fundamentalmente, es de un desarrollo ordenado, con condiciones de habitabilidad. Lamentablemente, estos planes nunca se respetan por las presiones de sectores que persigan la renta. Estos modifican o destruyen las planificaciones. Hubo muchos proyectos que fueron inteligentes, pero pocos que se pudieron llevar a la práctica”, reflexionó.

Y, finalmente, indicó: “Todo esto debe estar unido a Gobiernos que entiendan al problema de la vivienda como una necesidad básica y social que supere las banderías políticas y que permita una acción que no esté signada por el lucro”.

jueves, 11 de septiembre de 2014

Buenos Aires 2030: pensar el futuro para planificar el presente

Durante la primera parte del año 2014, el Gobierno de la Ciudad lanzó una plataforma para que sus empleados y funcionarios pudiesen aportar ideas para implementar en la Ciudad a mediano y largo plazo. Fue la primera instancia de una consulta que recientemente se ha abierto a todos los habitantes del ámbito porteño.

Franco Moccia, Subsecretario de Planeamiento y Control de Gestión de la Ciudad, contó que esta iniciativa tiene dos grandes ejes: “La primera es la posibilidad de planear la ciudad en un plazo largo, un horizonte de 15 años. La idea es que eso nos permita orientar nuestros planes operativos anuales para construir políticas públicas que se mantengan en un largo plazo y que sean de los vecinos, no de un Gobierno”.

“La otra rama es la posibilidad de participar. Hoy la tecnología nos permite poder tener la opinión de los ciudadanos. Este enfoque participativo es muy interesante para los porteños que polemizamos y tenemos ideas diferentes, pero que tenemos en común que amamos apasionadamente a la ciudad. Hoy la tecnología nos permite tener la posibilidad de dar ideas y de innovar”, continuó.

El funcionario dijo que, para pensar a la ciudad el futuro, el Gobierno de la Ciudad ha tomado el ejemplo de cuatro ciudades para explorar alternativas y ver cómo se desarrollaron. Las elegidas fueron San Pablo, Barcelona, Nueva York y Chicago.

“Tres de ellas tienen puerto y, además, son ciudades caminables, como la nuestra. Están pensadas para la gente, con cafés y gente en la calle. Además, son sostenibles. En el mundo hoy hay dos visiones de ciudad. Las que son como Los Ángeles o Miami, pensadas para los autos, o las más densas, como los modelos que tomamos, donde se prioriza el transporte público y el ser humano”, planteó Moccia en diálogo con“Urba-NOS” por Radio ArinfoPlay.

El Subsecretario de Planeamiento y Control de Gestión aseguró que “si no hay políticas a largo plazo, uno puede tomar malas elecciones en el corto tiempo”.

La plataforma que primero se utilizó entre los funcionarios de la Ciudad y que ahora se abrió a los vecinos recibe el nombre de “Buenos Aires 2030”.

“De la primera etapa surgieron más de mil ideas. Fue muy interesante la participación de los funcionarios de la Ciudad porque la mayor parte de ellos son porteños y porque viven todos los días enfocados en resolver problemas de los vecinos. Hicimos un entrenamiento de la apertura de la plataforma con ellos y tuvimos muy buenos resultados, con ideas para temas de educación, salud, movilidad, reformas para eliminar trámites y para buscar ser más eficientes”, precisó Moccia.

Asimismo, destacó: “Fue un proceso muy exitoso. Esas ideas que aportaron los funcionarios las subimos a la construcción de este plan que estamos haciendo en conjunto con los vecinos durante septiembre. Ahora ellos pueden cargar datos y aportar ideas. Deben crear un usuario en la página web de la Ciudad para seguir en contacto con el proceso. Se ordenarán las ideas por temas o ejes y luego se irán construyendo planes de modelos a largo plazo de la Ciudad. Eso luego servirá para orientar los planes operativos anuales”.

Las mejores ideas recibirán premios. El primer premio será una Mac Book Pro Air, el segundo un Ipad, el tercero un ipod y hasta el décimo puesto se darán bicicletas. También se sortearán bicicletas entre todos los participantes.

Hasta fin de septiembre los vecinos podrán aportar sus ideas. Luego, la plataforma quedará abierta para ver la evolución del programa y para mostrar el documento final.

“Estamos pensando en un horizonte a 15 años. Hay cosas que no se pueden hacer hoy por cuestiones tecnológicas o de innovación, pero estamos tratando de volar alto para hacer una Ciudad futura aún más linda de lo que es hoy”, finalizó Moccia desde los micrófonos de Radio ArinfoPlay.

martes, 2 de septiembre de 2014

“Los bares tienen un plus para la sensibilidad de los porteños"

En el año 1998, a través la sanción de una ley, se creó la Comisión de Cafés Notables. De esa fecha en adelante, se declararon casi 90 espacios para entrar en esa categoría de los cuales cerraron alrededor de nueve, es decir, un 10%.

En los últimos días trascendió una buena noticia, que fue la reapertura de la confitería London. “Afortunadamente, se produjo la reinauguración de este tradicional bar y empezó con un lleno total de sus instalaciones en sus primeros días. Los trabajos que se realizaron en su interior han revalorizado a ese tradicional edificio. Además, han aprovechado en la parte iconográfica, la relación que tiene la London con Julio Cortázar, dado que en su novela “Los premios”, prácticamente al empezar dice en un pasaje ‘Tomábamos una Quilmes en la London de Perú y Avenida (…)’. Es una noticia muy feliz”, dijo Horacio Spinetto.

El titular de la Comisión de Cafés Notables habló del trabajo incansable que realizó ese espacio para evitar la desaparición de la London: “Cuando cerró, se temió que desapareciera como café. A raíz de gestiones con los propietarios, se logró que dicho local continué siendo la London, con las características particulares que siempre supo tener”.

Otro ‘salvataje’ que parece estar bien encaminado es el del Bar Británico, que estuvo cerca de cerrar por segunda vez. “Aparentemente, si bien ha sido cerrado por la gente que lo estaba explotando, parece que hay otro grupo de personas interesadas en seguir manteniendo la actividad del café. Queremos pensar que va a tener un final feliz. El Británico reabrirá y no perderemos uno de los dos cafés que tenemos en la esquina de Brasil y Defensa”, celebró Spinetto.

En diálogo con “Urba-NOS” por Radio ArinfoPlay, el historiador habló del caso de la tradicional Confitería Richmond de la calle Florida: “Ahora es un local de venta de ropa deportiva, con un pequeño sector de cuatro o cinco mesas para bar. Con el paso de los años, el local daba severas pérdidas comerciales y se buscó la forma de que otro propietario de café notable estuviera interesado en explotarlo, pero no se encontró a nadie”.

“El caso del ‘36 Billares’ es distinto. Funcionaba mal como comercio, no cerraban las cuentas y ahora va a reabrir como La Continental, es decir, la pizzería se hace cargo de él. Se mantienen los billares del subsuelo tal como estaban y el salón, que es lo más importante, se mantendrá exactamente igual. La única modificación no sería visible ya que sería adentro de la cocina, con un nuevo horno para pizzas. Esta solución es mucho más feliz y tolerable a que se ponga un rubro completamente distinto”, señaló.

El titular de la comisión de Cafés Notables de la Ciudad comentó que uno de los mayores problemas que deben afrontar hoy es la recuperación de la confitería Del Molino, cercana al Congreso de la Nación.

“Han existido varios proyectos para recuperarla. Uno decía que formaba a ser parte del Congreso para reuniones especiales y diplomáticos, otro decía que iba a ser expropiado, pero, hasta el momento, no hay pista real que lleve a un final feliz. Esa fue la confitería más importante de Buenos Aires en su momento y es uno de los edificios con mayor cantidad de protecciones, tantas como el Congreso, el Cabildo, la Catedral o la Casa Rosada. Todo eso impide que sea demolido. En la medida en que no se utilice es una pena porque el paso del tiempo va haciendo su obra cruel”, lamentó.

Spinetto contó que recientemente se declararon nuevos cafés notables como el Café de los Incas (en de Los Incas y Tronador) y el Bidú de Diagonal Norte. “Estamos pendientes de los cafés que merecen ser destacados. Nos interesa que los vecinos de la Ciudad hagan sus propuestas”, señaló.

Luego, habló de las causas que llevan a que estos espacios cierren, a pesar del valor que tienen para la ciudadanía: “Evidentemente, los cafés, los bares y las confiterías son comercios. Pero tienen un plus en lo que hace a la sensibilidad de los porteños por la cantidad de situaciones que se viven en ellos. Hacen al sentimiento de los porteños”.

“El hecho de que un café o confitería sea notable no impide que, llegado el caso, su propietario no pueda cerrarlo. Hay muchos casos inminentes, porque los dueños son gente grande sin descendientes o porque, a veces, se presenta otro tipo de negocio que ofrece importantes alquileres y no se puede hacer nada ante eso. En la medida en que el rubro propuesto esté permitido por el Código de Planeamiento Urbano, lamentablemente no se puede hacer nada”, explicó.

Finalmente, expresó desde la señal de Radio ArinfoPlay: “Da lástima y pena cuando un café cierra. Por ejemplo, el cierre de Las Violetas generó mucha zozobra, porque era una de las más tradicionales confiterías de Buenos Aires. Los vecinos hicieron abrazos a la manzana y, en su momento, el propietario dijo que si toda esa gente que se manifestaba hubiese ido todos los días a tomar café, la situación se hubiese evitado. Luego de un tiempo cerrado, otro grupo comercial se hizo cargo del local, hizo una restauración impecable y, afortunadamente, se reabrió con todo éxito”.

“Los bares y cafés son situaciones entrañables para los porteños. Cuando cierra un bar, son situaciones del patrimonio tangible e intangible que se pierde y efectivamente es una lástima”, concluyó.