En la Argentina existen normativas obligatorias y responsabilidades de transporte vertical, es decir, para los ascensores, las escaleras mecánicas, los montacargas y las plataformas para sillas de ruedas, entre otros.
Para hacerlo más seguro, desde FACARA (Federación de Asociaciones y Cámaras de Ascensores de la República Argentina) dan charlas y talleres con empresas del sector, administradores y constructores.
En Argentina, hace dos años que está vigente la resolución 897, que obliga a certificar bajo normas IRAM los elementos principales de seguridad de los ascensores.
“Es para estandarizar el mercado en cuanto a seguridad y no permitir que los fabricantes puedan vender productos que no corresponden”, explicó Andrés Pozzo, vocero de FACARA, y anticipó que, a partir de agosto 2018, todo ascensor nuevo se deberá certificar por completo.
En diálogo con “Urbanos” por
Radio ArinfoPlay, el especialista advirtió que “los componentes mal instalados hacen que un ascensor no sea seguro” y precisó que los Municipios son los encargados de controlar.
En la Ciudad de Buenos Aires, desde 2014, existe un sistema llamado Ascensores Registrados que obliga al propietario a registrar sus ascensores, más allá del trámite de habilitación.
“La empresa conservadora debe ingresar todos los meses la información y el estado del equipo. El sistema da una oblea con un código QR que al escanearlo da la fecha, la hora, el profesional que trabajó y el estado del ascensor”, planteó Pozzo.
En la Ciudad, hay casi 80 mil ascensores registrados. El Gobierno, de esa manera, puede hacer seguimientos, poner multas y hacer clausuras.
“El usuario sabe el estado del ascensor y cuándo se hizo el último control”, recalcó el vocero de FACARA desde los micrófonos de
Radio ArinfoPlay.
Finalmente, comentó que en la Ciudad se estima que el costo mensual mínimo para el mantenimiento de un ascensor es de 2700 pesos por equipo.
